El Robo de la Medalla Nobel

Tanto fue “el metío” de Hemingway con Cuba, que tuvo que hacerlo.
Le donó a la Virgen de la Caridad la Medalla del Premio Nobel. ¡Bien Hecho!. Estaba el Papa Hemingway agradecido al pueblo cubano por darle inspiración para escribir “El Viejo y el Mar”.
Por suerte Ernest, uno de los 7 gringos más “obsesionados” con Cuba, no se enteró. ¿De qué?. ¡Se robaron la medalla en plena capilla!. ¡Sacrilegio!

 

La celadora solo vio que el hombre salió corriendo. La medalla entregada por la Academia Nobel “se había ido echando”. ¡Gritería en el santuario!. 24 quilates de oro puro en una reliquia donada a la Patrona de Cuba. La gente en todo el país se escandalizó.
¡Pero… aleluya, por fin cogieron al ladrón!.
La medalla fue devuelta al santuario después de una movida policial “fuera de serie”. Eran los finales de la década del 80. Ahora la medalla está bien resguardada.
Esperemos que si, vaya, ojalá que sí.